La población y la infraestructura crecen sin planificar el acceso al agua
La población y la infraestructura crecen sin planificar el acceso al agua
08/11/2016 No hay comentarios en La población y la infraestructura crecen sin planificar el acceso al aguaAl 2050 habrá inundaciones y sequías, y aún no estamos preparados. Donde antes había una casa, ahora hay un edificio, pero el soporte del agua sigue siendo el mismo. Además, a nivel nacional, hay un reto muy grande para que el agua se distribuya equitativamente, tanto en calidad, como en cantidad.
Como parte del panel “Agua limpia y saneamiento”, que se realizó en el marco de la IV Conferencia Académica “Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS): Balance y perspectivas al 2030”, reconocidos expertos del Consorcio de Universidades difundieron sus recientes investigaciones enfocadas a cumplir con el objetivo que lleva el mismo nombre y que busca garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos.
Estuvieron a cargo del panel los especialistas Gerardo Damonte Valencia, por la Pontificia Universidad Católica del Perú, Javier Quino Favero, por la Universidad Peruana Cayetano Heredia y la Universidad de Lima, y Julio Aguirre Montoya, por la Universidad del Pacífico, quienes explicaron que nuestro conocimiento del agua segura data de hace mucho tiempo, pero que todavía hay mucho por trabajar en el tema de planificación. Por ejemplo, afirmó Javier Quino, “en algunas partes del sur tenemos agua subterránea que tiene, de manera natural, arsénico. Allí se requiere algún tipo de solución de tecnología más o menos avanzada, pero de bajo costo”. Agregó que la planificación es muy importante porque, al 2050, habrá inundaciones en algunas partes y sequías en otras, y si la población y la infraestructura crece sin planificación no sabremos cómo haremos con el agua: “Donde antes había una casa, ahora hay un edificio”, típico caso en el que la infraestructura ha cambiado, pero sin pensar en el agua. Debemos empezar con una estrategia interdisciplinaria y transdisciplinaria para encontrar los puntos más importantes que me permitan lograr la planificación de acceso al agua, enfatizó.
Al respecto, Julio Aguirre señaló que en toda la cadena que implica el agua, la investigación participa muchísimo, de manera que las cifras brindadas por estos trabajos ayudan al tomador de decisiones cuando debe desarrollar programas y, desde el punto de vista del decisor social, tratar adecuadamente al agua tiene muchos efectos positivos: disminución de la mortalidad infantil, menos enfermedades estomacales, etc., apuntó.
En tanto, Gerardo Damonte destacó que el agua llama a la interdisciplinaridad, no es una mercancía común. “Desde el lado social, debemos el derecho humano para acceder al agua. Esta es una mirada que nos lleva al reto de entender en qué medida el derecho humano al agua se constituye, respeta y se puede hacer eficaz”. Si uno interrelaciona lo que es sostenibilidad con el tema de derecho humano al agua, la idea de derecho se convierte en una herramienta de la equidad, es decir, que el agua debe ser distribuida de manera equitativa, y se desarrolla en un escenario donde se respete ese derecho. Por eso, para muchos gobiernos es un mandato legal hacer políticas que mejoren ese derecho. El especialista añadió que, para lograr el objetivo de desarrollo sostenible que garantice el agua limpia y saneamiento, es preciso se acorten las brechas de acceso al agua, ya que es diferente tener 24 horas al día agua, que tenerla por horas, o recibirla de camión cisterna. Asimismo, es necesario que se preste más atención a la calidad del agua. “Según estudios, la gente reclama más cantidad de agua, que calidad de agua. Más horas de agua, aunque sea agua con restos fecales”, por eso es importante desarrollar una cultura del agua.
En ese sentido, hay que preguntarnos cuáles deberían ser los parámetros que nos permitan definir cuánto más de agua voy a permitir que se pierda; cuánto de agua puede ir a la producción de energía, a la actividad turística y a otras actividades; cuáles son los efectos del papel regulatorio del Estado; son los incentivos sostenibles y eficaces; cómo planificamos mejor el acceso a la energía que se necesita para desarrollar ciertas actividades, ya que siendo Lima un desierto, hay situaciones que no se van a poder seguir realizando; cómo mejorar el acceso equitativo; dónde está esa inequidad; en qué medida la cultura del agua tiene influencia; y a dónde queremos llegar y cómo lo logramos, son algunas de las líneas de investigación que nos permitirán priorizar los conocimientos que necesitamos para alcanzar un acceso equitativo y de calidad en el agua.
Retos del Consorcio
Los expertos señalaron también que el Consorcio de Universidades tiene muchos retos en la actualidad y de cara al 2030. Al respecto, Gerardo Damonte afirmó que las universidades han estado dedicadas a la enseñanza y no tanto a las investigaciones, por eso todavía hay una deuda pendiente por parte de las universidades peruanas, aunque cabe reconocer que se ha dado un paso importante en este tema con la nueva ley universitaria. El Consorcio debe crear espacios de investigación y fomentar la interrelación con las otras universidades, además, se deben seguir fomentando los concursos de investigación interdisciplinaria. Es importante también articular los conocimientos y tener claros los conceptos, definir ¿Qué es sostenibilidad? Estos debates deben articularse con políticas públicas. Por ejemplo, vincular el derecho humano al agua con cosas prácticas que pueden implementarse desde Sedapal mismo, desde las autoridades relacionadas con el agua, puntualizó.
Un reto importante para el Consorcio es disminuir la brecha que hay en educación sobre el tema del agua, comentó Julio Aguirre. Debemos movernos hacia las regiones y promover un mayor conocimiento del tema. “Para eso necesitamos información micro que vaya a un sistema y que sea transversal a todas las universidades. Necesitamos plataformas de investigación actualizadas constantemente”. Añadió que es importante evaluar los resultados que se esperan de las intervenciones y todo el proceso, porque puede ser que los resultados aparentemente atractivos no sean correctos, por haber problemas de mala partida, de recopilación de información, etc. “La sociedad debe involucrarse con los programas llevados por el gobierno y debe tener una actitud crítica, si el Estado ve que su sociedad es crítica, el nivel de debate y de toma de decisiones es mucho mejor”.
Finalmente, Javier Quino indicó que “a veces la academia es como una orquesta sin director, donde hay varios músicos talentosos, pero cada uno tocando por su lado. Juntarnos debe ser uno de los grandes logros a alcanzar”. Agregó también que es importante hacer conexiones multinivel desde el primer grado, tener ejes transversales y cursos comunes, para sensibilizar a las personas de lo valioso que es el uso de este recurso.
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