Nuestro objetivo es lograr empleos dignos, pero hablamos de reducción de costos de empleos laborales
Nuestro objetivo es lograr empleos dignos, pero hablamos de reducción de costos de empleos laborales
08/11/2016 No hay comentarios en Nuestro objetivo es lograr empleos dignos, pero hablamos de reducción de costos de empleos laboralesParadojas como esta deben analizarse, si deseamos alcanzar las metas trazadas para el 2030 de los objetivos de desarrollo sostenible, en lo referente a trabajo decente y crecimiento económico, señalaron los expertos.
Como parte del panel “Empleo digno y crecimiento económico”, que se realizó en el marco de la IV Conferencia Académica “Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS): Balance y perspectivas al 2030”, reconocidos expertos del Consorcio de Universidades difundieron sus recientes investigaciones enfocadas a cumplir con el objetivo “Trabajo decente y crecimiento económico” que busca promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo, y el trabajo decente para todos.
Estuvieron a cargo del panel los especialistas Janina León Castillo, por la Pontificia Universidad Católica del Perú, Carlos Casas Tragodara, por la Universidad del Pacífico, y Carlos Samanamud Valderrama, por la Universidad de Lima, quienes explicaron que el empleo es una demanda derivada de la producción, ya que los cambios en el empleo dependen de lo que pase con la producción. En ese sentido, se ha avanzado mucho en la entrega de fuentes estadísticas (INEI) que permitan conocer la realidad con más detalle para la investigación de estos temas, pero hay otros aspectos en los que todavía no se ha avanzado. Por ejemplo, se habla mucho de la informalidad, pero todavía no está bien definida porque, desde el punto de vista económico, puede ser determinada de diferentes maneras. “Lo único que puedo decir es que en el Perú hay una alta informalidad desde donde se le quiera mirar”, aclaró Janina León. Agregó también que el gobierno tiene una gran responsabilidad para alcanzar las metas planteadas al 2030, pero parece que no conocen mucho las bases de datos, que se dan mediante las encuestas del INEI. Si las conocieran bien, podrían tomar mejores decisiones, basadas en el Perú específicamente y en su realidad económica.
Por su parte, Carlos Samanamud comentó que, en el Perú, una línea que se ha desarrollado bastante en las investigaciones es la productividad, que es una de las más bajas de la región. Así, se ha conocido que “los trabajadores más productivos se encuentran en los sectores modernos, en los servicios, la industria y la minería, mientras que los menos productivos se encuentran en el comercio y la agricultura, sin embargo, son en estos sectores donde se concentra la mano de obra”. Otro dato importante que mencionó el especialista es que los retornos laborales no son constantes y, en general, no han experimentado, a nivel por lo menos de la juventud, mayores cambios, pero sí han experimentado un cambio importante de 2004 al 2011 en edades mayores, incluso a partir de los cuarenta años, donde se han reducido esos retornos. “Eso es importante porque los jóvenes no solo miran su situación, observan también a las generaciones anteriores para saber si ha habido realmente una mejora, porque así pueden decidir que tal vez esto no les sirve para construir un futuro y, por lo tanto, alejarse del empleo formal”. Al respecto, cabe mencionar que la encuesta satélite de economía informal del INEI ha señalado que de tres de cada cuatro trabajadores de la PEA ocupada en situación informal, el 17% de ellos hacen el empleo informal fuera del sector formal, es decir, están en el sector formal, pero son informales.
En tanto, Carlos Casas remarcó que si bien el Perú cumplió con varios de los objetivos de desarrollo del milenio, esto fue por el crecimiento que se tuvo en los años anteriores. Ahora, “desde la academia y las políticas públicas debemos articular cuáles son los caminos para lograr los objetivos de desarrollo sostenible”. Para ello, es preciso establecer qué entendemos por justo y por decente, ya que tenemos la obligación de aterrizar estos resultados para, en función de eso, trabajar desde la academia para ver si tenemos o no un empleo digno. Actualmente, el 26% de peruanos está en pobreza. Asimismo, a pesar de que la población debe tener dos tipos de coberturas: de salud y de pensiones, solo dos tercios tienen de salud y solo un tercio tiene de pensiones. La diferencia se debe a que “hay empresas que no pagan las pensiones de sus trabajadores, las municipalidades, por ejemplo, tienen muchas deudas con la ONP, las AFP y la Sunat. Esa es una arista que debemos identificar”, indicó el experto. Otro tema, es el de género: la discriminación laboral que existe en cuanto a las remuneraciones. “Debemos establecer qué políticas públicas podemos introducir para reducir esas brechas y si esa desigualdad puede generar otro tipo de efectos secundarios”.
En ese sentido, explicaron que las próximas investigaciones deben preguntarse cómo influye la desigualdad laboral sobre la violencia de género, qué cosa es decente, cómo reconocer o considerar el trabajo no remunerado que realizan las mujeres, qué es lo “justamente remunerado”, cómo se puede decir que se busca el empleo digno, pero se discute sobre la reducción de costos de empleos laborales; qué políticas se debe aplicar a cada parte del mercado, porque no puede ser la misma para todos; cual es la relación del recurso humano dentro de la empresa; por qué las empresas no están haciendo bien su trabajo en gestión del desarrollo humano; qué significa informalidad; por qué están trabajando personas de setenta u ochenta años, es importante. su aporte para su ingreso; es la productividad la que causa informalidad o al revés; cuáles son las barreras que impiden que mucha gente obtenga trabajos de alta productividad; cuáles son las nuevas tendencias del empleo; cómo deben ser nuestras políticas para aumentar la empleabilidad de las personas; y cómo podemos generar mejores empleos, compatibles con los niveles de productividad que se plantean, son algunas de las líneas de investigación que deben ser investigadas en adelante para lograr trabajos decentes y crecimiento económico y de industrias.
Retos del Consorcio
Los expertos señalaron también que el Consorcio de Universidades tiene muchos retos en la actualidad y de cara al 2030. “Sería interesante primero que el consorcio se dé a conocer más, que explique cuáles son sus mandatos, sus disciplinas y todo lo que está haciendo”, dijo Janina León. Asimismo, debería elaborar una agenda con los temas que son prioritarios para lograr los objetivos de desarrollo sostenible. Por otro lado, a nivel de universidades, deberían saber qué pasa con los trabajadores, sobre todo con los docentes ¿Cuál es el número de alumnos por profesor tiempo completo que hay, igual por profesor por horas? “Hay universidades donde los profesores por horas dictan el 90% de los cursos y, con una realidad así, es muy poco lo que se puede hacer en investigación. Necesitamos más profesores de planta”, apuntó. También es necesario que el Consorcio consolide y difunda las investigaciones de los profesores de todas las universidades, además de convocar a profesionales de las diferentes ramas, no centralizarse en Lima, para involucrarlos y contribuir con el mejor conocimiento de la realidad peruana y, luego de esto, generar vínculos con las autoridades que deciden las políticas públicas.
En esa misma línea, las universidades deberían tener una participación activa en las mejoras sociales y ser los principales transmisores de políticas sociales. “Hoy en día, la academia tiene el rol de gestionar el conocimiento útil, tenemos la oportunidad de ser visibles mediante el conocimiento útil”, afirmó Carlos Samanamud. “En la medida que vivimos en un Estado en construcción, el aporte de la academia se potencia, pero se requiere la información aplicada, la formación de ciudadanos éticamente competentes y el uso de tecnologías modernas”, destacó.
Finalmente, Carlos Casas recalcó que era muy importante generar vínculos con las universidades de provincias, no solo por conocer más la realidad de estas zonas, sino también porque hay muchos recursos del canon destinados a investigación que no se están utilizando porque tienen muchas restricciones. “Debería lograrse que el canon permita hacer investigaciones con investigadores de todo el país trabajando en conjunto”. Recomendó, además, la creación de un observatorio para tener una mirada más amplia y no solo una desde Lima. “Tenemos historias distintas que debemos investigar… Los mismos inversionistas vienen y quieren conocer la región, el costo de mano de obra, etc., pero no hay esa información clave”.
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