Perú invierte solo el 0.14% de su PBI en innovación, mientras que la región invierte 0.5%
Perú invierte solo el 0.14% de su PBI en innovación, mientras que la región invierte 0.5%
08/11/2016 No hay comentarios en Perú invierte solo el 0.14% de su PBI en innovación, mientras que la región invierte 0.5%Es necesario reducir esta brecha para lograr el desarrollo de nuevas tecnologías que permitan promover industrias inclusivas y sostenibles, así como la construcción de infraestructuras resilientes. Por ello, el rol de las universidades es involucrar al Estado para no quedarnos rezagados.
Como parte del panel “Industria, innovación e infraestructura”, que se realizó en el marco de la IV Conferencia Académica “Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS): Balance y perspectivas al 2030”, reconocidos expertos del Consorcio de Universidades difundieron sus recientes investigaciones enfocadas a cumplir con el objetivo que lleva el mismo nombre y que busca construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible, y fomentar la innovación.
Estuvieron a cargo del panel los especialistas Marta Lucía Tostes Vieira, por la Pontificia Universidad Católica del Perú, María Rivera Chira, por la Universidad Peruana Cayetano Heredia, Javier Salinas Malaspina, por la Universidad del Pacífico, y Carolina Linares, por la Universidad de Lima, quienes explicaron cómo está avanzando el Perú, en cuanto a infraestructura, industrialización inclusiva y sostenible e innovación.
Respecto a industrialización sostenible, María Rivera dijo que, en el país, “hay muchos trabajos que no son remunerados, no solo el cuidado de los hijos o el embarazo, si no también cuidar a los adultos mayores, lo que puede implicar el no trabajo de algún miembro del hogar, y que seguro tienen más implicancia de la que se reporta”. Hace falta estudiar con una base sólida a la sociedad. Es necesario saber, por ejemplo, en los hogares cómo se toman las decisiones de quién trabaja y quién no, a quién se le prepara mejor que a otro, si le dan más oportunidades a hombres que a mujeres, a los mayores que a los menores, etc., con eso información podemos hacer mejores propuestas de política. Asimismo, en la industrialización en el rubro de acuicultura y pesquería, hace unos años hemos tenido una disminución dramática de la concha de abanico y no hay una política de Estado que permita que esta actividad sea sostenible en el tiempo. No hay leyes que lo permitan. “No podemos dormirnos en nuestros laureles, debemos diseñar estrategias que nos permitan avanzar, si lo hubiéramos hecho hace cinco años cuando estaba en su apogeo, ahora no estaríamos hablando de la falta de semillas, de buzos que no respetan los momentos autorizados para los buceos, de las muertes de buzos que hay”, afirmó la especialista. Agregó que, desde la academia, tenemos responsabilidad porque no hacemos estudios al respecto, a pesar de que podríamos apoyar a los acuicultores en sus planes de negocios. “No hay innovación, hay prácticas que son bastante primarias, hay ambientes abandonados que pertenecen a Fondepes, al Ministerio de la Producción. Así estamos en este momento, en ese sector”, puntualizó.
En su turno, Carolina Linares coincidió en que hay mucho trabajo que desarrollar en cómo la familia afecta el mercado laboral y, aunque no está incluido el trabajo que realizan las amas de casa y las trabajadoras del hogar, como muchos otros, “es preciso investigar cómo incorporar esto en el PBI, conocerlo es muy importante”. Respecto a la innovación, indicó que, sin innovación es difícil mantener el crecimiento, por eso, si no nos centramos en la innovación y la asimilación de tecnología, difícilmente mantendremos el progreso. “Como profesores tenemos el rol de que los alumnos investiguen estos temas que son tan importantes para el país. Nos corresponde buscar que el sector privado invierta junto con el Estado en estos temas”. Actualmente, el país invierte solo el 0.14% de su PBI en innovación, mientras que la región invierte 0.5%. Allí hay una gran brecha. Aquí nos falta mucho por investigar y proponer, y como universidades tenemos una oportunidad de vincularnos con los gremios, las empresas privadas y los organismos locales, detalló.
Otro tema clave, además de la búsqueda de nuevas tecnologías que generen mejoras en el empleo, son el buen desarrollo de las habilidades blandas: “que un chico sepa hablar y sepa escribir bien es fundamental, no solo lo es el conocimiento”, explicó Javier Salinas. El conocimiento es importante, pero tenemos que saber transmitirlo de la mejor manera posible. Es también necesario el desarrollo de la inteligencia emocional, de la tolerancia: soportar las críticas es fundamental para la productividad. “Las críticas se deben tomar en el buen sentido, porque no son nada personal”, aclaró. También señaló que una de las metas es el acceso a los servicios financieros que puedan solventar las nuevas tecnologías y, con ello, la innovación en el país. El rol de la academia es involucrar al Estado. Si no hay un cambio o no se está en tono con los tiempos de los reguladores, vamos a quedarnos rezagados. Las nuevas generaciones no tendrán fácil el acceso a estos financiamientos. Aquí tiene que aparecer la academia, tenemos que trabajar para lograr infraestructuras que muchas de las generaciones futuras van a demandar.
En ese sentido, explicaron que a los investigadores les está faltando hablar con el lenguaje de los decisores para lograr un entendimiento mutuo y convertir las investigaciones en políticas públicas, además de introducir nuevos temas que necesitan ser explorados: qué es lo que necesita determinada comunidad; cómo es la generación de recursos; cómo es nuestra relación con la sociedad; cuál es la línea de demanda prioritaria; para qué ámbito de los ODS se está colaborando; con qué política se está alineando; qué tipo de iniciativas se están dando para lograr un cambio real en el país; cómo se puede medir si determinados proyectos generarán beneficios para ciudades específicas; cuánto se puede invertir de esta innovación para infraestructura y cómo puede llegar a todo el país; cómo financiamos la innovación; cuánto nos cuesta atraer talento; y si realmente estamos actuando como universidades socialmente responsables o solo lo decimos, son algunas de las líneas de investigación que tenemos que explorar para alcanzar las metas planteadas en los ODS.
Retos del Consorcio
Los expertos señalaron también que el Consorcio de Universidades tiene muchos retos en la actualidad y de cara al 2030.
Uno de los retos es lograr que se articule la triple hélice: la academia, la empresa y el Estado, y que orientada sobre cuáles son los requerimientos de la sociedad. “Si nosotros no salimos de nuestra burbuja y no nos enfrentamos a ambientes que, para nuestro criterio pueden ser inhóspitos, pero que en realidad son el día a día, no podemos lograr nada”, mencionó María Rivera. Nuestro compromiso es formar un recurso humano responsable, sensible y capaz, no uno que piense en cosas pequeñas. Tienen que atreverse a tener sueños grandes, ambiciosos. Además, el Estado no solo debe dar el dinero para los proyectos, debe también evaluar los impactos, añadió.
Otro reto es que desde las universidades se debe buscar al Estado, “los profesores debemos tener esa iniciativa y motivar a los alumnos a que postulen a los concursos y que presenten sus proyectos, y nosotros, como profesores, seamos los primeros en asesorarlos y convencerlos de que vayan”, indicó Carolina Linares.
Para Marta Tostes, lo primordial es buscar los temas que son realmente problemas efectivos que se deben resolver, que son pertinentes. Además, señaló que “debemos considerar una cuarta hélice: las ONGs, que tienen el papel de ir a donde el Estado no llega, por eso las perspectivas de desarrollo sostenible las llevan las ONGs, debemos articular también con ellas”.
Finalmente, Javier Salinas destacó que el rol de la universidad es enseñar haciendo. El crowfounding en el Perú, por ejemplo, ya está hecho, ahora toca investigar más los mecanismos de este. Asimismo, es necesario generar vínculos con el sector privado “en la medida en que nos involucremos con el sector privado y les demos opciones innovadoras, cumplimos nuestro rol, igual respecto del sector público”, dijo. Lo principal es hacer que estos proyectos sucedan, aunque tengamos que ir al Congreso, o a donde sea, tratemos de hacer que las cosas ocurran, resaltó.
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